Imagen: Dualidad, de Patricia Ariel
"Recuerda que el mundo de allí fuera refleja tu realidad de aquí dentro. Las personas ante las cuales tu reacción es más fuerte, sea de amor u odio, son proyecciones de tu mundo interior . Lo que más odias es lo que más niegas en ti mismo. Lo que más amas es lo que más deseas dentro de ti. Usa el espejo de las relaciones para guiar tu evolución. El objetivo es un total conocimiento de uno mismo. Cuando lo consigas, lo que más desees estará automáticamente allí; lo que más te disgusta desaparecerá".
Deepak Chopra
LA LADRONA (Parte quinta - Desenlace)
Por Ana Sefern
Por Ana Sefern
El sol volvió a ocultarse. El presente, oscuro y lluvioso, se adueñó nuevamente del jardín. Se le erizó la piel frente a la fría cristalera y cruzó los brazos sobre el pecho para darse calor, aunque continuó pegada a la ventana. Notó humedad en las pestañas, la vista un poco nublada, y tuvo consciencia de haber llorado.
Soledad parpadeó varias veces negándose borrar las huellas de las lágrimas que todavía le humedecían las mejillas; otras, las primeras, se habían ido secando, dejándole la piel un poco tirante. El corazón le palpitaba con fuerza y la congoja que le provocó revivir tan nítidamente aquél día aciago, la hacía hipar involuntariamente.
En los ocho años que vivieron juntas amó a Violeta más que a nada o nadie en el mundo; más que a sus padres incluso y, sin embargo, eran tan distintas...
Siempre quiso parecerse a ella, ser como ella, ser ella, no tan solo un perfecto reflejo de su caparazón.
Cuando Violeta murió de aquella forma tan estúpida, se sintió como un pollo descabezado caminando sin dirección concreta. No pudo echarle la culpa a nadie porque nadie había más culpable que ella. Así lo sintió y así se lo hicieron sentir.
Nunca nadie supo cómo Violeta empezó a crecer en su interior haciéndose cada vez más presente, más fuerte. Únicamente Soledad lo sentía, lo sabía y lo aprobaba. Si bien, en ocasiones, esto llegó a irritarla e intentó rebelarse, siempre fue consciente de que aquella era la única forma de expiar su culpa.
Así, mientras los otros lloraban a Violeta, ellas fueron tejiendo nuevos escenarios, nuevas realidades; mientras los demás la recordaban, ambas volvieron a resurgir de sus cenizas. Juntas. Como debía ser.
Y después empezó la lucha. Sin caretas, descarnada, una lucha tenaz e implacable por la propia supervivencia.
Imagen: Dualidad by Gisela Gaffoglio
Imagen: the twins by Mab Graves
Soledad parpadeó varias veces negándose borrar las huellas de las lágrimas que todavía le humedecían las mejillas; otras, las primeras, se habían ido secando, dejándole la piel un poco tirante. El corazón le palpitaba con fuerza y la congoja que le provocó revivir tan nítidamente aquél día aciago, la hacía hipar involuntariamente.
En los ocho años que vivieron juntas amó a Violeta más que a nada o nadie en el mundo; más que a sus padres incluso y, sin embargo, eran tan distintas...
Siempre quiso parecerse a ella, ser como ella, ser ella, no tan solo un perfecto reflejo de su caparazón.
Cuando Violeta murió de aquella forma tan estúpida, se sintió como un pollo descabezado caminando sin dirección concreta. No pudo echarle la culpa a nadie porque nadie había más culpable que ella. Así lo sintió y así se lo hicieron sentir.
Nunca nadie supo cómo Violeta empezó a crecer en su interior haciéndose cada vez más presente, más fuerte. Únicamente Soledad lo sentía, lo sabía y lo aprobaba. Si bien, en ocasiones, esto llegó a irritarla e intentó rebelarse, siempre fue consciente de que aquella era la única forma de expiar su culpa.
Así, mientras los otros lloraban a Violeta, ellas fueron tejiendo nuevos escenarios, nuevas realidades; mientras los demás la recordaban, ambas volvieron a resurgir de sus cenizas. Juntas. Como debía ser.
Y después empezó la lucha. Sin caretas, descarnada, una lucha tenaz e implacable por la propia supervivencia.
Imagen: Dualidad by Gisela Gaffoglio
-¿Qué haces ahí, cariño? ¿No bajabas a por un vaso de agua? Creo que hasta me he dormido esperándote.
Soledad se volvió lentamente hacia su marido que la observaba soñoliento desde lo alto de la escalera.
-¿Estás bien? -preguntó él de nuevo.
-Mejor que nunca. ¿La niña duerme?
-Como un tronco. Y nosotros tenemos algo pendiente, ¿no? -sonrió con lascivia-. Venga, sube, te estás enfriando... en todos los sentidos.
Soledad le devolvió la sonrisa y se encaminó hacia las escaleras, sin prisa. Cris no le quitaba la vista de encima.
-¿Seguro que estás bien? Tal vez no ha sido buena idea venir aquí, después de todo.
-No me pasa nada Cris, tranquilo, estoy perfectamente. Pero no podíamos esperar que no recordara, ¿no crees?
-No, claro, pero tampoco creo que fuera necesario si no te hace bien. Y no te hace bien.
Soledad sonrió al unirse a él al final de la escalera. Le enlazó por la cintura y le besó apasionadamente. Al separarse, Cris la observó con el ceño fruncido.
- No disimules, cielo, sé que has estado llorando.
- No, amor mío, yo no. Esa era Soledad.
FIN
Primera parte AQUÍ
Segunda parte AQUÍ
Tercera parte AQUÍ
-Como un tronco. Y nosotros tenemos algo pendiente, ¿no? -sonrió con lascivia-. Venga, sube, te estás enfriando... en todos los sentidos.
Soledad le devolvió la sonrisa y se encaminó hacia las escaleras, sin prisa. Cris no le quitaba la vista de encima.
-¿Seguro que estás bien? Tal vez no ha sido buena idea venir aquí, después de todo.
-No me pasa nada Cris, tranquilo, estoy perfectamente. Pero no podíamos esperar que no recordara, ¿no crees?
-No, claro, pero tampoco creo que fuera necesario si no te hace bien. Y no te hace bien.
Soledad sonrió al unirse a él al final de la escalera. Le enlazó por la cintura y le besó apasionadamente. Al separarse, Cris la observó con el ceño fruncido.
- No disimules, cielo, sé que has estado llorando.
- No, amor mío, yo no. Esa era Soledad.
FIN
Primera parte AQUÍ
Segunda parte AQUÍ
Tercera parte AQUÍ
Cuarta parte AQUÍ
WOWWWWWW!!! ME encanta!!! O mejor dicho me ha encantado, esa doble personalida, esa dualidad, ese otro yo que habita en ella y que reconoce, sabe y siente. Reconocer la realidad, darse cuenta de lo duro que es vivir con esta siempre presente no es tarea fácil, bipolaridad tal vez, pero siempre un peso intenso sobre la vida.
ResponderEliminarEscribes genial Nena!!!!! Todos tus relatos atrapan de principio a fin.
Besitos!!
No quisiera yo verme en semejantes zapatitos, desde luego. La mente es demasiado complicada y un hecho traumático puede desbaratarla de manera tal que la recuperación es difícil, o imposible.
EliminarMe alegra mucho saber que te ha gustado y atrapado de principio a fin. Yo ya me estaba volviendo tan "dual" como la protagonista jajajaja.
BesitosF!!!
Me ha gustado mucho Nena, pero creo que tendré que leer todas las partes seguidas. Lo haré esta tarde que tendré más tiempo.
ResponderEliminarUn beso!!!!
Lo mejor es leerlo del tirón, los parones distraen, hacen que se obvien detalles significativos y que la historia pierda sentido. Si tienes tiempo, hazlo.
EliminarUn beso!!!
Que bonito final Nena! Por fin Soledad ha podido separar las dos partes que parecían que formaban una sola unidad y superar el pasado.
ResponderEliminarGenial, me ha gustado mucho ;)
Besos!!
Laura, me temo que estás equivocada. Es cierto que por fin se han separado las dos partes en pugna pero, en realidad, Violeta se apoderó de Soledad, ganó esa guerra de voluntades al volver a revivir la tragedia, dejó de luchar por ser ella misma, en favor de su hermana.
EliminarBesos!!!
Jo(...) pues si que he leído bien yo... pensaba que cuándo le dice a su marido: esa era Soledad, era Violeta, pero claro Violeta es la hermana muerta, o sea que la que habla por boca de Soledad es Violeta... Ha sido un lío con los nombres (jejejeje disimulo ;).
EliminarGracias por la aclaración.
Besos!!
Según lo que explicas, creo que te has liado con los nombres, tu razonamiento ahora es correcto... ¿o quizá te ha traicionado el subconsciente y querías que la historia hubiera acabado bien?
EliminarBesos!!!
Todavía tengo la piel de gallina.
ResponderEliminarMe gustó mucho, es increíble como la mente, ante determinadas circunstancias, puede hacernos cambiar nuestros pensamientos, nuestros proyectos, nuestras certezas, nuestras vidas...
Me ha gustado lo que has escrito.
Besos Nena!
Gracias Juanh, qué terribles ciertos entresijos de la mente y qué terrible que gane " el lado oscuro".
EliminarMe alegra saberlo.
Besos!!
Me olvidaba, con tiempo entraré a leer os demás relatos que están en el listado a la derecha del blog.
ResponderEliminarHay pocos, algunos muy cortos, de un solo post; otros un poquillo más extensos, pero se leen del tirón. No esperes alegrías, muchacho, que mi lado oscuro gana al de la flor recién cortada. Jajaja, me troncho yo sola.
EliminarUn beso!!
Es que el lado oscuro muestra los laberintos de nuestras mentes.
EliminarAl escribir, salen a la luz esos pensamientos reprimidos.
Ergo, escribir es bueno, nos libera.
Besos!
¡Ooooostras, qué pedazo de represión tengo! Voy a escribir cosotas para quedar bien liberada. Miedo me doy.
EliminarUn beso Juanh, como de costumbre tienes razón.
No siempre Nena, no siempre la tengo...
EliminarBesos amiga!
Dicen que en nuestro interior habitan dos "yo", y en esa lucha interna nos perdemos muchas veces. En este caso me has sorpendido, al final tras esa lucha interna ( diferente a la normal y mucho más trágica y dolorosa) ella se liberó del dolor para dejar vivir a la que un día por su poco sentido la abandonó
ResponderEliminarEs triste la verdad que es triste, o es que sigo sensiblona grrr
Y traquila, si me llega a dentro es que es muy bueno , vale? genial Nena,
genial es poco !!
Besos a mares y por duplicado
Es triste y trágico, al final no encontró otra forma de expiar su "culpa", al final dejó que V. le robara definitivamente su vida.
EliminarLa sensibilidad, para mi, no es un defecto, Coté, sino una virtud, aunque muchas veces nos quejamos porque hace sufrir y quisiéramos vivir la vida sin que nos afectaran tanto las cosas. Así que si todavía estás sensible, bueno, eso es que te importan las cosas. Pero llegarán mejores momentos. Ya sabes que no hay mal que cien años dure, porque en cien años todos calvos.
Gracias!!!
Drama humano que tiene cabida en nuestra civilización. Hay herman@s con esas características y aunque no sean gemel@s actúan como las protagonistas insitus. El trauma sicológico deja cicatrices más fuertes que las físicas. Soledad ya nunca se podrá desprender de la personalidad de Violeta. En la ausencia física las personas cobran más vida que estando presentes.
ResponderEliminarLa citación de D.Ch. viene como anillo al dedo. Es uno de mis maestros preferidos.
Nena, manejas muy bien las historias, mantienes el fluir de la trama y el suspenso y la intriga cobran vida en cada lectura. Me ha encantado el todo. Felicitaciones amiga.
Besos y buena semana….espero las próximas.
Este ha sido el caso desde que ocurriera la tragedia: que cada vez Violeta fue ocupando más espacio, hasta anular a su hermana. Tremendo trauma que, probablemente, en su entorno, no supieron ver, quizá cegados por su propio dolor.
EliminarDescubrí la cita por casualidad. En realidad eran varios puntos o consignas las que este hombre enumeraba, yo me apropié de uno de ellos porque me pareció que podía encajar aquí.
Muchas gracias Ceciely, me siento feliz de saber que te ha gustado.
Besos y que tu semana vaya bien.
Un desenlance muy acertado Ana para esa dificil y compleja situación, donde la vida continúa pero las ausencias nunca desaparecen.
ResponderEliminarFelicidades eres un verdadero cerebrito!!
Un besazo Pilar
No, no desaparecen, se hacen fuertes por desgracia.
EliminarAy Pilar, si fuera un cerebrito...
Besazoz!!!
Me ha encantado este relato. La dualidad y la lucha interna del personaje que vive con el lastre de esa culpa. Un buen final.
ResponderEliminarBesos
Bonito cambio de imagen!
EliminarLa verdad es que es un final duro pero, dada la evolución del personaje, no le veía otra salida. Las cosas son como son.
Me alegra que te haya encantado.
Besos!!
Hola Nena.. que historia fascinante ha resultado! he tenido que leer los comentarios anteriores porque al igual que Laura también había interpretado mal jaja.. pero lo voy a volver a leer todo el relato de nuevo... De todos modos me encanto la historia.. y el final sorprendente :)
ResponderEliminarEspero que te animes a seguir escribiendo así y deleitándonos con tus palabras...
Hola Celeste,
Eliminarquizá por ser yo quien lo ideó, el final me parece casi "lógico" pero es que en mi cabeza está muy claro, no sé cómo lo va a recibir el lector. Como le he dicho a Lidia, en mi opinión es mejor leerlo de un tirón para no perderse nada, pero eso ya es cosa vuestra.
Me alegra que te haya parecido una historia fascinante.
Un beso.
Ana María mmm me encantó el final! :) no podía ser de otra manera, el trauma de soledad, causado por la culpa era demasiado profundo. Violeta se convirtió en parte ya inseparable de la personalidad de Soledad. Una historia Psicológica muy buena, de principio a fin entretenida y atrapante, Ana María, te felicito, me encanta como escribes.
ResponderEliminarAna María, Bendiciones :)
Huy, creo que nos hemos cruzado comentarios, porque acabo de comentar tu precioso texto.
EliminarMe satisface que no te haya defraudado el final y que hayas disfrutado de todo el relato.
También a mi me gustan tus escritos, - esto no es coba- me gusta como expresas, porque muchas veces, al leerte, me hago consciente de sentimientos en mi interior a los que no había prestado atención.
Un abrazo
Qué pasada de cuento amiga, me ha gustado mucho, muchísimo, aunque triste, con mucha añoranza y soledad, y ambigüedad...
ResponderEliminarYa estoy esperando tu nuevo relato, y si puede ser así a tramos mejor, que nos tienes en vilo.
Un beso guapa y espero pases un buen fin de semana.
Pues estoy encantada de que te haya gustado, qué voy a decir yo.
EliminarLo que espero con un nuevo relato es que sea más corto, (aunque éste, largo no es por mucho que esté dividido en cinco partes) Intentaré conseguirlo para no estresarme jajaja.
Que pases un buen fin de semana, preciosa.
Hola Nena... quería decirte que este relato me ha gustado mucho
ResponderEliminarMe han dado pena las dos hermanas... Una, porque murió... y la otra, porque no supo perdonarse
Me alegra saberlo.
EliminarLo cierto es que la situación ha sido compleja de principio a fin. Ambas hermanas son dignas de lástima, aunque la que sobrevive ha recorrido y le queda por recorrer un camino muy duro. La mente es complicada.
Hola Nena,
ResponderEliminarMe gusto mucho tu relato, que pena lo de soledad al no poder superar la muerte de su hermana.
Escribes muy bien y voy por el otro relato "Ecos del pasado".
Me quedo en tu blog y te llevo al mío que es de pintura y te conozcas mis seguidores.
Te dejo invitada para que pases por mi blog.
Felicitaciones
Lorena
Gracias Lorena. Espero que te guste también Ecos del pasado, es muy diferente a éste.
EliminarHace un tiempito que soy seguidora de tu blog Chile Fantasy. Te haré una visita en breve.
Gracias otra vez.
¡Hola Nena! Hermoso micro relato. Te felicito. He empezado a curiosear por tu blog aunque ya he leído una novela de tu mano y ha sido bellísima. Te mando un besote grande, seguiré por aquí . Lou.
ResponderEliminarSiéntete libre de explorar, estás en tu casa.
EliminarUn beso
Me ha encantado y a la vez me ha sorprendido la historia.Besicos
ResponderEliminarEspero que hayas pasado un buen rato con este par de gemelas ;)
EliminarUn beso
uy pobre esta re loca y me imagino que pronto caerá otra vez. Buena historia
ResponderEliminarMe hace gracia tu expresión "re loca".
EliminarBueno, mientras ella no diga en voz alta que se llama Violeta, a lo mejor le cuela por un tiempo, pero las enfermedades de la mente nunca se sabe cómo van a terminar. O sí, en realidad.
Gracias preciosa.