Las Rosas

Imagen: Rose bush by Dominique Amendola

Una mañana de primavera, los árboles que custodian mi casita blanca observan regocijados desde su alta estatura cómo se desperezan las rosas del arbusto, aquellas que están junto a la antigua fuente. Del fino caño oxidado mana un hilillo de agua fresca que, al deslizarse por una grieta, da de beber a sus raíces sedientas.

Y los jóvenes capullos de rosa cuchichean, se escuchan risas cristalinas en la mañana recién nacida, ¿qué se dirán unos a otros con tan desbordante alegría?

"¡¡Aprisa!!" 

"¿Están listos los trajes de terciopelo?"

"Falta teñirlos de color vivo." 

"¡Para mi de rojo!"

"Rosa pálido lo quiero yo."

"¿Y el perfume?"

"Listo está: fragante y delicado."

"¡Pues que empiece el baile, ahora que la brisa se mueve suave!" 

Juntas las manos, enfundadas en guantes verdes, se dejan mecer, risueños, al compás del aire leve.

El agua borbotea en la fuente, el sol bosteza y resplandece, en tanto pequeñas aves entonan cánticos estridentes. 

Y los jóvenes capullos al fin eclosionan y así surgen, orgullosos, los rostros frescos de mis amigas las rosas.

Ana Sefern