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jueves, 17 de octubre de 2013

La Ladrona (1ª parte)

LA LADRONA (parte primera)
por Ana Sefern


Volutas de humo ascendían hacia el techo alto de la vieja estancia y, antes de llegar a él, se difuminaban hasta desvanecerse sin tocarlo. Flotaba en el ambiente el característico olor a tabaco rubio, creando una atmósfera malsana. Una cortina blanquecina, invisible para la mujer, la iba envolviendo pudorosamente como si quisiera ocultar su tibio cuerpo desnudo de ojos indiscretos. O como si, disimuladamente, deseara asfixiarla.
Pero en la habitación no había nadie más que ella, una mujer en cueros sentada a horcajadas sobre una de las sillas tapizadas del lúgubre salón, fumando pausadamente, voluptuosamente, con los ojos enrojecidos entornados y la mente muy lejos de allí. Frente a ella, una mesilla de café redonda y encima de la polvorienta madera sólo una fotografía. Dos niñas idénticas como guisantes sonreían a la cámara, ambas con la misma sonrisa mellada de los seis o siete años.
Tiempos felices; mucho tiempo de aquello. El reloj debiera haberse detenido entonces para las dos.

No recordaba cuándo empezó a odiar a su hermana, esa imagen duplicada de sí misma... cuándo empezó a sospechar que estaba apropiándose de su vida cual ladrón de guante blanco. Tal vez fue aquél día, ya remoto, en que ambas estrenaron dos preciosos vestidos que mamá había cosido especialmente para la fiesta de su noveno cumpleaños. Uno, el de ella, de su color preferido, el malva; otro, el de su gemela, de un suave rosa viejo.   Las dos lucieron ese día especial lindas como pimpollos, pero su hermana atrajo más miradas, más halagos. Lo sabía porque prestó al detalle minuciosa atención.



Imagen: Twins Two Sisters
 by Lindy Longhurst

Y desde entonces, observar y comparar se volvió una costumbre, casi una obsesión.
La observaba atentamente cuando estaba con sus amigos, (que lo eran de las dos), con sus padres, profesores, desconocidos... siempre estaban juntas, era fácil. Como también lo era apreciar esa sutil diferencia de trato con que el resto del mundo las distinguía. Invariablemente su hermana ganaba, ella perdía. Su hermana era querida, ella sólo aceptada. Se había apropiado de la parte de afecto que le correspondía, de las sonrisas, de las alabanzas... Y, la muy farsante, fingía no darse cuenta de nada. Como si al ignorarlo no existiera delito.

También embaucó a Cris, su amor, el único hombre por el que había desarrollado sentimientos románticos. Su hermana lo sabía, sabía que estaba colada por Cris, la conocía demasiado bien como para no darse cuenta.
Y aún así se lo robó, se casó con él y tuvo a su hija. Una hija que nunca debió parir, que no le correspondía parir a Violeta, sino a Soledad: a ella. 
Muchas piedras en el saco de su paciencia, todo en la vida tiene un límite, sobrepasarlo trae consecuencias, no hay que llamarse a engaño.

2ª PARTE AQUÍ


                                                                                      Continuará...

30 comentarios:

  1. Hola Nena... me ha gustado y, por tanto, espero la continuación
    Soledad y Violeta...
    Creo que el odio, los celos y la envidia no traen nada bueno
    No tengo claro que Violeta sea culpable de lo que la acusa su hermana gemela... creo que hay demasiado resentimiento
    Muy bien narrado
    Besos

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    1. Hola Mela,
      Pienso que los sentimientos negativos, exista o no o no razón para ellos, sólo aportan más negatividad y más pesar.

      Bueno, para Soledad es culpable y sí, resentimiento lo hay.

      Me alegra que te haya gustado.
      Besos

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  2. Hola, que bien , una novela nueva!! Me gustan las novelas de gemelas, normalmente hay entre ellos un nexo especial, aunque entre estas dos parece que el nexo que tiene la una hacía la otra es de "manía" o celos.
    De momento ya has logrado que tenga ganas de saber como sigue la historia ;)
    Besos!!

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    1. No, va a ser un relato corto, sólo que me enredo demasiado y he preferido repartirlo, ¡ojalá sólo en dos entradas!

      Espero no defraudar tus expectativas.

      Besos!!

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  3. ¿Qué tal Nena?
    Maravilloso comienzo!
    Espero que la envidia y los celos de Soledad hacia su gemela no acabe en catástrofe; iguales por fuera pero al parecer, diferentes por dentro.
    Espero con impaciencia la continuación.
    Besos

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    1. ¡Hola Julia!
      ¿Le das el visto bueno?
      Las relaciones entre gemelos no siempre son idílicas.

      Te digo como a Laura, espero no defraudar tus expectativas.

      Besos

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  4. En la vida de todos y cada uno, hay miles de historias, y esto queda reflejado precisamente en la que ´tu acabas de iniciar con este relato que espero no demores en continuar porque ya no sé si será una envidia con fundamento o tan sólo la envidia que da el sentirse menospreciada de forma sutil y retorcida, habrá que conocer al otro personaje, esa otra mitad de la por ahora protagonista.

    Besitos!!!!!!!!!!!

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    1. Yo también espero no demorar la continuación, pero no soy organizada escribiendo cualquier cosa puede ocurrir. Bueno, mejor o peor, el final lo tendréis... antes de un año, eso casi seguro jajaja.

      Besitos!!!

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  5. Tienes puntería escribiendo, y me encanta la imagen.

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    1. Bueno Jordim, espero seguir igual de atinada en adelante.
      A mi también me encanta la imagen.
      Gracias por comentar.

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  6. Aix Nena, que super interesante este relato, me encanta la fotografía de colores que has escogido de Lindy L.
    Espero impaciente la próxima entrega. Que hará Soledad?
    Besos.

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    1. La foto es muy apropiada para lo que estaba describiendo, fue casualidad.
      Veremos, Lidia, veremos qué hará soledad; de momento se está fumando un cigarrillo (a juzgar por la cortina de humo, uno detrás de otro)

      Besos

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  7. Hola Nena

    Me ha gustado en primer lugar que recreas, ese ambiente entre volutas de humo, esa imagen de la mujer en cueros... mmm me da que pensar ...

    Te diré algo:
    Tengo dos hijos gemelos, que se adoran, como adoran al resto de sus hermanos, pero... cuando eran pequeños la gente la maldita gente siempre les comparaba; en el cole, en los deportes. Uno de ellos brillaba más que el otro en los estudios y en deporte, de ahí que el otro no fuese buen estudiante, las comparaciones son odiosas y se que a el le afectaban mucho
    Pero eso en lugar de hundirlo le hizo fuerte,decidí dar un cambio en su vida, en su educación y en los deportes que practicaba, se acabaron las comparaciones y pasó de ser un niño de triste mirada al hombre más alegre, al mas divertido y al mas optimista,

    En ocasiones los que rodeamos a los niños, no nos fijamos de cuanto sufren en silencio, de ahí las consecuencias posteriores que los pueden marcar el resto de su vida, hay que mirar más allá conocer su alma y sobre todo saber buscar su felicidad

    Lo dicho me ha gustado, no miento, me ha encantado¡

    Muchos besos x duplicado

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    1. Por regla general es la gente quien hace distinciones de forma muy imprudente. Deben pensar que los niños son idiotas y no se dan cuenta, pero claro que lo hacen y, dependiendo de la sensibilidad que tengan, de su carácter, pueden hundirse o superarse a sí mismos. Tu hijo denota un carácter fuerte y gran personalidad. Se superó y seguro que aprendió mucho por el camino.

      Yo siempre he sido muy observadora; de niña las cazaba al vuelo y ya entonces pensaba que ciertas personas deberían llevar gafas de sol y ponerse un bozal.

      Me alegro mucho de que te haya gustado.
      No sabía que tuvieras gemelos... o no lo recordaba.

      Muchos besitos, duplicados y triplicados.

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  8. Me dejas en ascuas, quiero saber más...
    Un beso grande guapa.

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    1. Y sabrás; no creo que tengas que esperar demasiado.

      Muchos besos.

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  9. Hola Nena, felicidades por esa excelente narración, me encanta la imagen elegida.
    Por mi parte decirte que los celos y envidias sin fundamento son verdaderamente peligrosas, pero conociendo tú maravilloso ingenio estoy preparada para cualquier sorpresa. Que disfrutes de un maravilloso fin de semana, abrazos inmensos Pilar

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    1. Los celos y las envidias son siempre malsanos y peligrosos; amargan y hacen daño a quien los siente, pero está claro que existen, que hay personas que no los pueden evitar y, por ello, son infelices y hacen infelices a quienes le rodean.
      Veremos adónde nos conducen en esta historia.
      Te deseo igual, ¡que pases un fantástico fin de semana!
      Un besazo Pilar.

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  10. Hola de nuevo Nena estoy suspensa en informatica lo sé!!!...jajaja queria ponerte un +google
    pero no entiendo nada. Ya me indicarás...
    Besosss

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    1. Debajo de: publicado por Nena Kosta hay un cuadradito con g+1 pincha ahí.

      Cada día nos complicamos o nos complican más la vida jajaja.
      Un beso

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  11. Me gusto mucho.. esperare a ver como sigue esta historia :)

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  12. Seguramente el final será muy emotivo pues, desde ahora me has dejado pensando...a lo mejor quien esta enferma y ve y oye alucinaciones es Soledad, sufre de paranoia? Conozco a una pareja de hermanas con el mismo desorden psicológico, alguien como Soledad, quien se cree víctima.
    Muuuuuuyyyy interesante!
    Feliz domingo querida Nena.

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    1. Quizá tengas razón Ceciely, hay hermanos que se celan y ven fantasmas donde no los hay, convirtiendo la relación fraternal en un infierno o haciéndola inexistente con el tiempo, porque no soportan el éxito del otro (éxito real o ficticio) Veremos qué ocurre en este caso.

      Gracias por tus comentarios Ceciely.
      Feliz domingo para ti también.

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  13. Me ha atrapado tu relato Nena, no me imagino el final, aunque pienso en venganza o cosas similares... ¡pero no tiene porqué terminar así!
    Espero, ansioso, el desenlace.
    Besos!

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    1. Sí Juanh, da para pensar en maldades. No tiene por qué terminar como el rosario de la aurora, claro; tampoco tener un final "rosa rosae". No sé, pensaré en ello, pero ya me estoy temiendo que el desenlace no será en la segunda parte... ¡Ayyyyyy, que me lio yo sola!

      Besos!!!

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  14. Ya lo leí completo, es una historia de esas que lo dejan a uno muy pensativo. La pobre Soledad cargará toda la vida ese peso en la conciencia, el fantasma de su hermana gemela no la dejará en paz y así le cobrará el haberla dejado encerrada aquel trágico día.

    La envidia entre hermanos trae, a veces, fatales consecuencias.

    Un abrazo.

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    1. Es corto, mejor leerlo de una vez, me alegra que lo hayas hecho. Y sí, aunque la situación es compleja, básicamente es lo que tú dices. La envidia nunca fue buena consejera para nadie.
      Gracias, Rafael.
      Un abrazo

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  15. La envidia es mala veamos que pasa con esas hermanas . Recién me doy cuenta de tu relato

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